07 diciembre 2013

El "Caga Tió"

Desde Candas ha llegado este árbol de navidad, nos lo envían Paula, Andrés y la pequeña Lluna, y con el una historia que me ha parecido interesante contar.








Parece ser que en Catalunya existe una antiquísima tradición que se celebra en estas fechas de Navidad, es el “Caga Tió”. Consiste en un tronco al que se le han dibujado unos ojos, unas cejas, incorporando dos patas delanteras y una nariz, es coronado con la típica “Barretina” (gorro catalán de lana en forma de  bolsa)  y vestido con una manta para que no coja frío. Hay que decir que esta tradición es pagana pero poco a poco ha acabado incorporándose a las fiestas navideñas. 



Toda esta tradición,se dice que comenzó porque:
   "En una masía del término de Sant Quintí de Mediona (Penedès), los mozos que se calentaban en el hogar oyeron una voz que surgía de la chimenea que decía: -”¡Ay, que bajo! ¡Ay, que bajo!” y los mozos, haciéndose los valientes contestaron que bajara de una vez. Inmediatamente cae un grueso tió por la chimenea. Esto se repite cinco veces y los mozos apartan cada vez el tió caído. Al caer el último, los cinco troncos, se convierten en un hombrecillo viejo con aspecto de tronco que indica al amo de la masía el lugar dónde hay un tesoro que debe entregar a una mendiga que llamará el día siguiente por la mañana. Así lo hizo y a la masía le sonrió la fortuna para siempre jamás".

Pues bien, entre los  días 20 y 23 de diciembre los más pequeños de la casa le van dando de comer, cuanto más mejor, porque así será más generoso y le suelen dar lo que les sobra de sus platos (buena excusa para dejarse algo), en algunas comarcas el Tió es alimentado de restos de frutas (para los que tenéis peques os puede servir como truco para intentar que coman fruta), y lo que no se ha comido el Tió es retirado por los padres.




El día de Nochebuena, tras la cena la familia se colocaba alrededor del Tío y éste era golpeado por un bastón, mientras se cantaba una pegadiza canción popular. 








Debajo de la manta el Tió iba “cagando” pequeños regalos, nunca  objetos grandes (estos ya los traen los Reyes Magos) sino chucherías, barquillos y turrones para los más pequeños los cuales dejarían bien surtidos a los niños para todas las fiestas.



Y colorin colorado,esta historia se ha acabado y espero que os haya gustado.


2 comentarios:

  1. Me ha encantado la historia del "cagatió", no la conocía y ni tan siquiera me sonaba lo más mínimo. Una magnífica aportación, me resulta monisima. Mi enhorabuena, sigue así

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  2. Una historia increíble, que por cierto no conocía, cada día nos cuentas algo nuevo que la mayoría de la gente no conocemos. Me resulta entretenida y muy divertida si sobre todo tienes niños pequeños para contársela. Sigue así ¡¡¡

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